Uffe Jakob Ortved Gang 1,2*, Anders Hvelplund1, Sune Pedersen1,
Allan Iversen1, Christian Jøns1, Steen Zabell Abildstrøm3, Jens Haarbo1,
Jan Skov Jensen1, y Poul Erik Bloch Thomsen1
Este artículo fue publicado en Europace 2012; 14: 1639–45, y es reproducido y traducido con autorización.
1. Departamento de Cardiología, Hospital Universitario Gentofte, Copenhague, Dinamarca.
2. Departamento de Medicina Interna, Hospital Universitario Glostrup, Nordre Ringvej 57, 2600 Glostrup, Copenhague, Dinamarca.
3. Departamento de Cardiología, Hospital Universitario Bispebjerg, Copenhague, Dinamarca
Publicado en nombre de la Sociedad Europea de Cardiología. Todos los derechos reservados.© The Author 2012. Por permisos, por favor, enviar correo electrónico a: journals.permissions@oup.com.
Europace (2012) 14, 1639–1645 doi:10.1093/europace/eus161
Recibido el 9 de marzo de 2012; aceptado después de su revisión el 18 de abril de 2012; publicación en línea previa a la impresión: 29 de mayo de 2012
Traducción: Dra. Trinidad Ott
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Resumen
Finalidades: la intervención percutánea coronaria primaria (pPCI, por sus siglas en inglés) ha reemplazado la trombolisis como tratamiento de elección para el infarto de miocardo con elevación del segmento ST (STEMI por sus siglas en inglés). Sin embargo, la incidencia y la importancia pronóstica del bloqueo aurículoventricular de alto grado (BAV-AG) en pacientes con STEMI en la era de pPCI han sido poco estudiadas. El objetivo de este estudio fue evaluar la incidencia, los predictores y la importancia pronóstica of BAV-AG en pacientes con STEMI tratados con pPCI.
Métodos y resultados: este estudio incluyó 2073 pacientes con STEMI tratado con pPCI. Los pacientes fueron identificados a través de un registro hospitalario y el Registro Nacional de Pacientes de Dinamarca. Ambos registros se usaron también para establecer el diagnóstico de BAV-AG. La mortalidad por todas las causas fue la variable evaluable primaria. Durante un seguimiento con una mediana de 2,9 años [rango del intercuartil (IQR): 1,8–4,0] fallecieron 266 pacientes. Se documentó bloqueo aurículoventricular de alto grado en 67 (3,2%) pacientes, 25 de los cuales murieron. Entre los predictores independientes importantes de presentar BAV-AG, se incluyeron la oclusión de la arteria coronaria derecha, edad >65 años, género femenino, hipertensión, y diabetes. La tasa de mortalidad ajustada aumentó significativamente en pacientes con BAV-AG comparado con pacientes sin BAV-AG [cociente de riesgos instantáneos ¼ 3,14 (intervalo de confianza 95%: 2,04–4,84), P < 0,001]. Un análisis relevante 30 días después del STEMI mostró iguales tasas de mortalidad en los dos grupos.
Conclusión: la incidencia de BAV-AG en pacientes con STEMI tratado con pPCI se ha reducido comparado con los informes de la era trombolítica. Sin embargo, a pesar de esta mejora, en la era de pPCI el bloqueo AV de alto grado sigue siendo un marcador pronóstico severo. La tasa de mortalidad solo aumentó dentro de los primeros 30 días. Los pacientes con bloqueo aurículoventricular de alto grado que sobrevivieron más allá de este punto temporal tuvieron así un pronóstico igual al de los pacientes sin BAV-AG.
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